Crimen por resolver

Las sombras de Andrii Portnov, el ucraniano asesinado en Madrid, y sus vínculos con el Gobierno de Zelenski

Tras los contactos con el régimen prorruso de Yanukóvich que salieron a la luz tras la muerte, se empiezan a conocer ahora las conexiones con el poder que hoy gobierna en Ucrania

Andréi Portnov, exasesor del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich

Andréi Portnov, exasesor del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich / Europa Press

Irene Savio

Irene Savio

Roma

Las circunstancias podrían ser unas de esas que sirven luego de inspiración para novelas de intrigas palaciegas o thrillers políticos de la pantalla grande, aunque la realidad puede que sea más dolorosa. Es lo que está dejando al descubierto el homicidio del abogado y exdiputado ucraniano Andrii Portnov, asesinado en la puerta del Colegio Americano de Madrid el 21 de mayo por sicarios aún desconocidos. Un maremágnum de acusaciones cruzadas, insinuaciones y revelaciones estos días en Ucrania reflejan el enigma en torno a un personaje, el de Portnov, del que, además de sus opacos vínculos con élites rusas y con el depuesto régimen prorruso de Viktor Yanukóvich (2010-2014), también se están empezando a conocer conexiones con el poder que gobierna en la Ucrania actual, según salen a la luz denuncias de periodistas y organizaciones independientes ucranianas.

En este asesinato, de solución tremendamente difícil, varios son aún los interrogantes. Ni siquiera se sabe cómo (ni si) el crimen encajaría con la guerra que Rusia mantiene contra Ucrania. Ninguna fuente aún ha sabido esclarecerlo. Aunque, eso sí, algunas amistades de Portnov (nacido en Lugansk, en territorio hoy ocupado por Rusia, y cuya carrera inicia en la época de Leonid Kuchma), con figuras vinculadas a las instituciones ucranianas en años recientes, han disparado la atención. Una de las más visibles y señaladas en estos días en círculos locales es la de Oleh Tatarov, asesor desde 2020 en el gabinete del presidente Volodímir Zelenski, para cuestiones relacionadas con las fuerzas del orden del país.

Miembros de la Policía Judicial trabajan junto al cuerpo de Andrii Pornov, el pasado 21 de mayo, frente a la escuela donde fue asesinado.

Miembros de la Policía Judicial trabajan junto al cuerpo de Andrii Pornov, el pasado 21 de mayo, frente a la escuela donde fue asesinado. / PAUL WHITE / AP

"Tatarov, que también es abogado, defendió a Portnov en procedimientos criminales en su contra después de la Revolución de Maidán (2014, que derrocó a Yanukóvich)", afirma Tetiana Shevchuk, investigadora del Centro de Acción Anticorrupción (AntAC, en ucraniano), una organización no gubernamental fundada en 2012 y que tiene como objetivo combatir la corrupción en Ucrania. "Esto provocó mucha indignación en la sociedad civil cuando se supo de su nombramiento en 2020", añade, en conversación con este diario.

Sospechas

La indignación a la que se refiere Shevchuk remite a que Tatarov no es un personaje cualquiera en Ucrania. Como Portnov, él también ha sido acusado de justificar actos de violencia de las fuerzas de seguridad ucranianas contra activistas y periodistas durante la Revolución de Maidan, según señaló una larga investigación realizada por AntAC; y, como Portnov, también Tatarov fue investigado (2020) por corrupción, aunque todo quedó en papel mojado para ambos. En el caso de Tatarov, de hecho, el principal procedimiento en su contra fue desestimado en 2022, según recordaba la semana pasada el periodista Oleg Sukhov en las páginas del 'Kyiv Independent'. "Para los activistas anticorrupción, [el caso] se convirtió en un símbolo de la tolerancia de Zelenski hacia la corrupción", concluyó Sukhov. "Estos son los hechos probados, aunque casi todo el mundo en Ucrania sabe que Portnov y Tatarov son mucho más, y que las dificultades para investigarles seriamente han sido a menudo infranqueables para el periodismo y los investigadores independientes", dice Shevchuk.

Tal vez consciente precisamente de ello, y siempre en primera línea para aprovecharse de la situación a su favor, Petro Poroshenko, uno de los principales rivales políticos de Zelenski, se ha referido a Portnov directamente asociándole con la palabra "mafia", aunque sin ser demasiado claro sobre lo que quería decir o a quién estaría acusando. "La mafia de Portnov, que con una mano muerta dirige un sistema judicial punitivo, [sirve] para debilitar y destruir la capacidad de defensa del Estado [ucraniano]. Pero no nos rendiremos y ellos no tendrán éxito", ha dicho Poroshenko en un críptico vídeo publicado esta semana en su canal en YouTube. "[Es] probablemente Zelenski preparándose para las elecciones", llegó incluso a escribir en la red X Oleksii Arestovych, un siniestro exasesor del Gobierno ucraniano. Otras figuras, como el diputado Oleksandr Dubinsky, fan de Donald Trump, también han especulado sobre la autoría del crimen.

Imagen de archivo del 19 de febrero de 2010 de la entonces primera ministra de Ucrania Yulia Timoshenko con Portnov.

Imagen de archivo del 19 de febrero de 2010 de la entonces primera ministra de Ucrania Yulia Timoshenko con Portnov. / SERGEY DOLZHENKO / EFE

Fuentes conocedoras del historial de Portnov, sin embargo, subrayan que al menos por ahora no hay prueba alguna del origen político del asesinato, ni de que el asesinado "tuviese una mala relación con el actual Gobierno" de Ucrania, un país al que viajaba. (Según informaciones del medio 'Ukrainska Pravda', basadas en tres fuentes distintas cercanas a la víctima y de las fuerzas de seguridad, tres días antes de ser asesinado en Madrid, Portnov se encontraba precisamente en el país eslavo). 

Fantasmas del pasado

Más elementos que añaden confusión son que, además de Tatarov, otros antiguos funcionarios que han ocupado puestos en las instituciones ucranianas en estos años también han sido vinculados con el difunto abogado. Es el caso de Andriy Bohdan y Pavlo Vovk. El primero, quien según reconstrucciones periodísticas llegó a confesar haber sido viejo amigo de Portnov y en el pasado también fue su asistente, fue jefe de gabinete de Zelenski entre 2019 y 2020, mientras que el segundo ha sido uno de los jueces más controvertidos de Ucrania (dejó el cargo hace pocos meses, tras una larga controversia).

De hecho, en 2021, Slidstvo.Info, medio que ha colaborado con la red OCCRP (Organized Crime and Corruption Reporting Project), además de Цензор.НЕТ y el Kyiv Post, incluso arguyeron haber destapado, gracias a una serie de conversaciones grabadas, un supuesto entramado de Vovk (entonces presidente del Tribunal Administrativo de Distrito de Kiev) y Portnov (tras regresar a Ucrania, después de afincarse en Rusia) para supuestamente manipular en 2019 el proceso de selección de jueces. Otros también han llegado a sugerir que Portnov era una especie de "fixer", una persona que solucionaba problemas, especialmente en ámbito judicial.

Aún así, en esta historia, llena de fantasmas del pasado, aún solo parcialmente conocida, que ha salpicado a España y es reflejo de una Ucrania que aún lidia con tremenda dificultad con su realidad, algunos activistas han visto el vaso medio lleno. Ahora, "existe una ventana de oportunidad para depurar el sistema judicial y avanzar en la reforma de la justicia" en Ucrania, escribió Oksana Romaniuk, directora del Instituto de Información Masiva, en redes sociales. "Portnov era un enemigo ideológico. […] Y la influencia que mantenía en Ucrania hasta hoy representaba una amenaza real para la seguridad nacional", afirmó la periodista de investigación Yevheniya Motorevska, según recogió el Kyiv Post.

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