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Disidencia en el país anatolio

Zülfü Livaneli, escritor y poeta turco: "El proyecto de Erdogan ha fracasado"

El escritor, poeta y músico turco, contrario histórico al régimen de Erdogan, recibió el pasado mes de abril el Premio Lorca en Granada

El intelectual, escritor y activista turco Zülfü Livaneli, durante una visita a Barcelona en 2023.

El intelectual, escritor y activista turco Zülfü Livaneli, durante una visita a Barcelona en 2023. / ZOWY VOETEN

Adrià Rocha Cutiller

Adrià Rocha Cutiller

Estambul

Zülfü Livaneli, el mayor escritor, poeta y músico turco, pasó una temporada en la cárcel en los 70, época en Turquía de gran represión, golpes de Estado y violencia policial. Los paralelismos con la Turquía actual —cuya plana mayor opositora está entre rejas— son extensos, y Livaneli, cuya trayectoria fue reconocida el pasado abril con el Premio Lorca en Granada, se sienta con EL PERIÓDICO para desgranarlos.

Como poeta, músico y novelista, ¿Lorca ha tenido alguna influencia en su obra?

Sí, Lorca ha sido una gran influencia para mí, tanto en mi poesía como en mi escritura y música. Lorca fue un nombre muy importante durante mi juventud en Turquía, y teníamos muy buenas traducciones. Después supe que también era compositor, letrista. Así que me siento muy cercano a él y en el pasado he musicado algunos de sus poemas.

Lorca pagó un precio muy alto en los tiempos difíciles de España en los años 30. Turquía no ha sido ajena a la represión de las artes.

Compartimos el mismo destino, por desgracia, pero ustedes, los españoles, se libraron de él. Nosotros no. En los años 30 y 40 también perdimos a nuestros escritores como Lorca. Hubo un gran escritor y poeta, Sabahattin Ali, y también fue asesinado. Pero la represión continúa aún ahora.

Aunque ahora de una manera diferente ¿no?

Sí, claro. He visitado al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, encarcelado en la prisión de Silivri. Por desgracia, la represión continúa. Pero hay más gente. Mi amiga Ayse Barim es representante de artistas y está en la cárcel por nada. El fiscal pide 30 años de cárcel para ella. Cuando la visité, me dijo llorando: "Ya no sé nada. No sé nada". Estaba en shock. Creo que todos estos casos judiciales se remontan a las protestas de Gezi, en 2013. Erdogan nunca las olvidó y está intentando vengarse de todos.

¿Incluso con las detenciones actuales?

Por supuesto. Encarcelaron a algunas personas prominentes como ejemplo y para amenazar a los demás. Para demostrar que todos pueden correr la misma suerte. Para decirles: si siguen protestando, si hacen lo que hicieron en 2013, correrán la misma suerte. Son tácticas de tiranía.

Usted ha estado involucrado en la política, como parlamentario del principal partido de la oposición turca al inicio del Gobierno de Erdogan. Incluso se enfrentó a él en 1994 en las elecciones al Ayuntamiento de Estambul.

En aquel entonces no me dedicaba a la política. Pero tenía muchísimos seguidores. Millones de personas me apoyaban. No solo por mi música, sino también mis ideas progresistas, mis libros, mi filosofía. Perdí tan solo por dos puntos, por un margen muy estrecho. Pero con las manipulaciones, muchísimas manipulaciones. Al final, me vino bien porque me dediqué a escribir mis novelas; ahora hago mis propias cosas. Pero mientras tanto, el destino de Turquía ha cambiado.

Por supuesto. Erdogan pasó a ser, luego, primer ministro y después presidente. Gobierna Turquía desde hace 23 años ¿Cómo describiría a Erdogan?

Lo conozco bien, personalmente, y ha cambiado con el tiempo, porque el poder cambia a la gente. Durante la campaña de 1994, compartíamos los mismos programas de televisión y charlas, y teníamos muy buena relación. Me contó que siempre ponían mi música en casa y que su hijo era un gran admirador mío. Después, cuando asumió el cargo de primer ministro, nos reuníamos de vez en cuando y hablábamos de política, del país. Era un creyente convencido, un islamista convencido, pero también político. Sin embargo, nuestras conversaciones ahora serían imposibles. Es una persona diferente ahora que hace 20 años.

Se habla mucho en los medios sobre la naturaleza del régimen turco: si Turquía tiene un sistema puramente autoritario, autoritario competitivo, etc. Sin embargo, en el ámbito social, Erdogan ha intentado durante todos sus años en el poder penetrar e influir en la sociedad en su conjunto. ¿Lo ha conseguido?

De alguna manera lo logró, pero no del todo. Primero, controló los medios de comunicación, la televisión y los grandes periódicos. Lo compraron todo y lo controlaron todo. Pero no pudieron calcular el auge de las redes sociales. Las redes sociales no las pueden controlar, y ahora son una alternativa real. En segundo lugar, la economía está muy mal. La gente está muy molesta, por eso protesta. Si quieres crear un país como Rusia y gobernar como Putin, necesitas dinero y recursos naturales. Turquía no los tiene y ahora, cuando está perdiendo poder, Erdogan está aumentando la presión. El arresto de Imamoglu es solo un ejemplo de ello.

¿Entonces usted cree que el proyecto de Erdogan ha fracasado?

Sí, creo que sí. Creo que no se dieron cuenta de que la mitad de la población turca se ha criado en una sociedad secular, y que quieren que así siga siendo. Sienten un gran aprecio por los valores seculares de Atatürk, el fundador de la República. En los años 70, cuando pasé un tiempo en la cárcel, los jóvenes protestábamos por la democracia, los derechos humanos. No luchábamos para proteger el secularismo ni el sistema republicano. Ahora, con Erdogan en el poder, los jóvenes ven que su estilo de vida está en peligro, por lo que la imagen de Atatürk y su legado está creciendo enormemente. La gente lo adora más que nunca, como reacción contra el Gobierno.

Esto probablemente también tenga un impacto en el sentimiento religioso. En España, la época de Franco hizo que los españoles rechazaran la Iglesia y las normas morales católicas. ¿Está ocurriendo lo mismo en Turquía?

Sí. Porque la presión siempre tiene una una reacción. La historia funciona como acción y reacción, acción y reacción. Y lo mismo que ocurrió en España está ocurriendo ahora en Turquía. El movimiento secular turco es mucho más fuerte ahora que antes.

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