La chapuza valenciana alcanza la excelencia

María José Rodrigo García | Almussafes

No iba a enviar esta carta, pero el sentimiento de rabia contra mi propia desidia, de rebelión y desencanto, han guiado mi decisión. El asunto que voy a tratar solo ha merecido la atención del periódico Levante, dedicándole tres noticias en días sucesivos. Sí, quizá este asunto no tiene importancia, puesto que sólo afecta a varios miles de estudiantes ...de segundo de Bachillerato de la Comunitat Valenciana -y a sus familias- que realizaron las pruebas de Acceso a la Universidad en la convocatoria de junio y que se examinaron de Química. Una asignatura cursada por jóvenes aspirantes a cursar grados en Ciencias de la Salud, como Medicina, Enfermeria, Farmacia, Bioquímica, estudios que requieren altas notas de corte. ?Vaya por delante que mi hija nada más terminar su examen me comentó, entre lloros, que los enunciados de las preguntas eran confusos y que no había sabido hacer un problema. A lo largo de ese día, una buen número de compañeros de mi hija pertenecientes a distintos centros de enseñanza (entre ellos, estudiantes con Matrícula de honor tanto de nota global en Bachillerato como en la asignatura de Química) se expresaban en los mismos términos. A continuación se sumaron también profesores que imparten la asignatura, entre ellos, Elvira, la profesora de mi hija, profesional competente donde las haya. A medida que pasaban los días, las quejas contra el examen aumentaron muchos estudiantes presentaron una reclamación sobre la nota de esa asignatura. El dia 27 de junio apareció una noticia en el peródico Levante titulada "Los estudiantes piden que se repita el examen de Química del selectivo", indicando que el Sindicat d´Estudiants del País Valencià habia denunciado que la prueba de este año "contaba con enunciados en los que no quedaban claros datos esenciales para obtener las soluciones, ni dejaban claro qué resultados eran los que tenían que dar los examinandos" y por ello, solicitaban a la Consellería de Educación, Cultura y Deporte que diera la posibilidad de repetir el examen a aquellos estudiantes que lo solicitaran.

La noticia era esperanzadora, aunque otros estudiantes, sus padres y mi propia hija, me decían que no iba a solucionarse nada y que desde la Conselleria no iban a mover un dedo. Al día siguiente, aparecía otra notícia titulada "Cuatro institutos también recurren el examen de Química de la Selectividad". En el texto, y transcribo literalmente, se decía: "El Departamento de Física y Química del IES Benlliure de Valencia ha realizado un demoledor informe sobre este examen de Química censurado por lo alumnos porque, reflexionan, estaría hecho por una persona con pocas o ninguna competencia en la materia. En el documento de ocho páginas de este instituto se desgranan todos los errores y ambigüedades de la prueba, más de 40, según los profesores. Entre las sustanciosas observaciones que realizan los docentes, manifiestan que el redactor de los problemas comete "barbaridades químicas" y confunde términos básicos. En otros casos faltan variables para resolver los problemas." En mi candidez, pensé que ahora sí; que se iba a tomar algún tipo de medida por parte de la Consellería. No obstante, me extrañaba que un asunto transcendental para el futuro profesional y personal de miles de jóvenes valencianos, no hubiera tenido repercusión en otros medios, ni en otros sindicatos de estudiantes ni en partidos politicos; y más en los tiempos que corren, en los que todos tuiteamos y enviamos whatsapps con frenesí. ?A pesar de ello, mi experiencia en tribunales de oposiciones para el acceso a la función pública, me decía que en aquellos exámenes en que se impugnaba una pregunta y el tribunal comprobaba efectivamente que ésta no estaba bien formulada o contenía algún tipo de error, la pregunta era eliminada; adoptando las medidas pertinentes para que el descuido o la ineptitud del tribunal al confeccionar el examen no afectase a los opositores, que se jugaban muchas horas de estudio y su futuro laboral en la prueba.

El día 30 de junio, apareció la última noticia en el periódico Levante referida al asunto que nos ocupa y la lectura de la misma me sumió en un gran estupor a la vez que me hizo plantearme unas cuantas preguntas. Esta vez el titular era "El tribunal de Química niega errores en el selectivo". El artículo señalaba que la citada comisión, formada por profesores de las cinco universidades públicas de la Comunitat Valenciana, defendía que el contenido del examen se ajustaba adecuadamente al currículum de segundo de bachillerato. La comisión argumentaba que en las calificaciones de la prueba se habían valorado "el planteamiento y el razonamiento de las respuestas de cada apartado". Los profesores que plantearon el examen explicaron que "en las reuniones realizadas al finalizar la prueba, entre los especialistas de Química de cada una de las universidades valencianas y los vocales correctores de esta asignatura para unificar los criterios específicos de corrección, se recogieron explícitamente las medidas necesarias para no perjudicar a aquellos estudiantes que pudieran interpretar alguno de los enunciados de forma inadecuada siempre y cuando las respuestas estuvieran debidamente razonadas". Caramba, ¿Estaban reconociendo ímplicitamente que los enunciados no estaban correctamente formulados? La respuesta - en mi opinión- no puede ser otra: sí lo estaban reconociendo; de otro modo, no podrían dar como bueno un resultado incorrecto por la razón de estar basado en un razonamiento adecuado.

¿Puede ser admisible que el enunciado de un problema no se halle correctamente formulado en un procedimiento de concurrencia competitiva ? Que alguien considere esto admisible resulta cuánto menos sorprendente, ya que del resultado de estas pruebas depende la posibilidad para los estudiantes de cursar una carrera u otra, impidiéndoles quizá seguir la vocación de su vida, y pudiendo incluso obligar a muchas familias a tener que costear los estudios de sus hijos en otro distrito universitario en un momento económico en el que a nadie se le escapa la que está cayendo. Termino de escribir esta carta el 17 de julio. El próximo lunes, día 22, se procederá a la adjudicación de las plazas universitarias. Efectivamente, y como me decía la mayoría " no ha pasado nada". U¡tilizando las palabras del Sr. Floriano, está claro que este tema " preocupa cero" a la sociedad valenciana y más, estando las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina (aquellos que se las puedan permitir). Asi que buen verano a las autoridades educativas valencianas, que en su quimérica persecución de la EXCELENCIA siguen superando cualquier cota que les desvie de convertir en chapuza aquello que con sencillez y criterio podría ser solventado, siguiendo eso sí la estela política e ideología de un ministro que ya se ha despedido; esperemos que lo cumpla. Finalmente, quiero expresar mi respeto y agradecimiento a los profesores de Bachiller de los IES valencianos, por su defensa del rigor en los exámenes de la PAU, la dignidad de su función docente y su capacidad de alimentar las ilusiones de los estudiantes. ??

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