Desde hace dos años, podemos adquirir en establecimientos de algunas cadenas de gasolineras y supermercados, así como en estancos y quioscos, cupones y juegos de la ONCE. Actualmente existen más de 12.000 puntos de venta de este tipo. Como vendedor de la ONCE y como representante de los trabajadores por la CGT, hago un llamamiento a estas prestigiosas marcas y establecimientos para que cesen en la comercialización de estos productos. Posiblemente se sorprenderán de este llamamiento ya que muchos de ellos, si no todos, piensan que vendiendo estos juegos de la ONCE en sus establecimientos están ayudando al colectivo de trabajadores y trabajadoras de la ONCE. Nada más alejado de la realidad. Los responsables de estas firmas y sus clientes tienen que saber que cada venta de cupón que ellos hacen perjudica a los vendedores de la ONCE. Al vender estos establecimientos los juegos ONCE, ponen en riesgo el trabajo de los y las vendedoras que únicamente tenemos nuestros cupones para vivir. De ahí este llamamiento a las empresas y a sus clientes. No hay mejor labor social que procurar un trabajo digno para los discapacitados, lo demás, es literatura para esconder el cinismo.