Hay una edad en que a las personas nos molesta la retórica de los políticos: las experiencias vividas, tanto sociales como políticas han enfriado los sentimientos. Es un frío que viene de las contradicciones de los líderes. Algunas veces, sus criticas son de parvulario, nos molestan porque no hay una verdad que incluya todo lo social. Hay más razones de partido y una demagogia de la que el oyente se percata con facilidad. Esto provoca desilusión.

Emocionar en política diciendo la verdad crea una sociedad más verdadera. Con solo sacar a la luz la sinrazón de los paraísos fiscales se podría resolver esa maldad que agranda la pobreza y nos distancia de la verdad de vivir. Los paraísos fiscales son suficientes para que millones de personas tengamos dudas de la verdad de la democracia. A los líderes que no están contaminados de ningún virus de esos que tanto abundan, les recordaría que una de las palabras más bellas en todos los idiomas es democracia. Vosotros, Pedro Sánchez, Albert Rivera... luchad, luchad contra la maldad de los paraísos fiscales. En esa lucha encontraréis millones de votos y la sonrisa de los niños. Antonio Lloria Jorge. Catarroja.