Es triste ver como Europa prefiere quedarse mirando la demoledora situación de los refugiados en Siria, aunque mirar no sea precisamente el verbo ya que prefiere darse la vuelta para dejar de observar mientras aplaude el partido de la Champions que está a punto de comenzar. Es preocupante que únicamente echemos una mano cuando llega un niño a las costas de un país mediterráneo, aunque ese interés dura solo un par semanas, el equivalente a que deje de ser trending topic y nos deje de parecer importante. Después de leer estas líneas puedes hacer dos cosas: compadecerte de ellos y compartir en Facebook unas cuantas fotos de niños enfermos, o ponerte manos a la obra y comenzar a ayudar realmente. Aunque pienses que tu colaboración no vale la pena, puedes mostrar tu inquietud y dar ejemplo a los que te rodean, para que cada vez seamos más los que ayudamos a conseguir que Europa definitivamente se de la vuelta hacia Siria y comenzar a salvar vidas. Pablo Villar Valero. Valencia.