Cada vez es más frecuente ver a niños de todas las edades con un smartphone, lo que supone para ellos un gran desperdicio de tiempo. Los niños no salen a jugar fuera, sino que prefieren pasar toda la tarde pegados a la pantalla, hasta el punto que se ha convertido en una preocupación para los padres. Se debería hacer un uso más responsable de este dispositivo, que crea grandes vicios. Jorge Sospedra Navarro. Valencia.