El 12 de julio recibo en mi email la confirmación por parte de Ono-Vodafone de la potabilidad y compra de dos terminales de gama alta, concretamente un Samsung S8 y un iPhone 7 plus. En ese mismo momento llamo a la compañía para comunicarles que yo soy el titular del contrato y que no he contratado, ni solicitado, ni financiado ningún terminal. La compañía me indica que se acaba de solicitar la portabilidad desde el call center de Lima. A continuación yo le indico que cancele todo y que lo pasen al departamento de fraudes a lo que el operador me contesta que ya está realizado. Yo le indico que me envíe un sms confirmándome tal información, y así lo hace.

Para mi sorpresa, a los pocos días veo que los terminales han sido enviados. Vuelvo a llamar a Ono-Vodafone para comentarles que como es posible que hayan enviado los terminales, a lo que me contestan que son departamentos distintos y que no los recepcione. Al par de días me llama el transportista indicándome que tiene los paquetes, a lo que yo le contesto que no los recepciono porque no los he pedido. El transportista se los lleva sin más. Vuelvo a llamar a atención al cliente me comentan que los teléfonos han sido entregados con mi DNI y mi firma. Yo le digo que es imposible y me lo confirma el seguimiento de la agencia de trasportes. Al día siguiente, llamo a la agencia exponiéndoles el caso y me dicen que tienen cámaras de seguridad y que están grabadas las imágenes; ante esta afirmación les indico que me presento en sus instalaciones para confirmar que la persona a la que le han entregado los terminales no soy yo, en cuanto llego a la agencia ya habían visionado las imágenes y confirman que no soy yo la persona a la que han entregado los teléfonos, ya que se los entregan a un chico de color.

Ante tales circunstancias me dirijo a la Policía Nacional a presentar la denuncia por suplantación de identidad y fraude. Con posterioridad vuelvo a llamar a la compañía informado de lo sucedido y me dicen que no me preocupe que ya han aceptado el caso como fraude y que no hay ningún problema. Mi asombro se produce el lunes pasado cuando veo que tengo una deuda con Ono-Vodafone de 3.020 euros. En ese mismo momento llamo y me dicen que corresponden a los terminales facturados: pero me han facturado los mismos terminales, los reconocidos por Ono-Vodafone como fraude, el día 18 y el día 19, con lo que me encuentro a día de hoy con esa deuda pendiente y sin solución ninguna por parte de la compañía, desamparado totalmente por las instituciones, ya que al ser un contrato de autónomo ninguna organización pública, ni asociación de consumidores puede intervenir.

Por todo ello tengo que denunciar las siguientes situaciones: ¿qué protocolos de seguridad tienen las compañías de telefonía para realizar nuevas altas y compras de terminales? Una vez denunciado el fraude, ¿por qué siguen con el proceso normal del alta? ¿Como es posible que todo esto no se pueda subsanar rápidamente? ¿Qué legislación tenemos que el consumidor perjudicado está totalmente desamparado por las instituciones?

Llevo prácticamente un mes intentando solucionar este incidente con la compañía y he llegado a la siguiente conclusión: el delincuente se ha llevado su botín, Ono-Vodafone dilatando este proceso conseguirá que el seguro le pague los teléfonos, a las instituciones les da igual, excepto a la Policía Nacional que poco puede hacer, y el consumidor, intentando salir de un lio en el que le ha metido un delincuente en connivencia con Ono-Vodafone por no poner los medios para que no se produjera el delito y con posterioridad en la total negligencia en la gestión del mismo. Espero que de una vez por todas se ponga freno a que las compañías de telecomunicaciones campen a sus anchas dejando víctimas con sus prácticas a diestro y siniestro. Pedro Muñoz. València.