Marta Rovira también huye de España, como lo han hecho Anna Gabriel, Carles Puigdemont y sus acólitos acompañantes de forma cobarde. Sale a la luz el gasto de los fondos públicos catalanes para la de en su día celebración ilegal del 1-O. Puigdemont sigue criticando a las altas instancias judiciales desde su mansión en Waterloo pues no le convienen. Curiosamente, Arrimadas se negó a darle un escaño al PP para que Albiol pudiera tener grupo propio, siendo que éste la ha defendido en muchas ocasiones en el Paralament catalán.

Sergi Sabriá, de ERC, pide descaradamente que se avance en la república. ¿Un parlamento autonómico puede cambiar el sistema de Gobierno nacional y del Estado? Iceta, del PSC, tiende la mano a los grupos independentistas si abandonan la desobediencia. Otra ocurrencia. Y como colofón, al que siempre ha criticado la postura del Estado frente al secesionismo catalán, Pablo Iglesias, le dan el título de honoris causa en Argentina, pero no se lo da Venezuela. Todo muy mareante. Francisco Javier Sotés Gil. València.