Con la derogación del artículo 52.d) del Estatuto de los Trabajadores, el Gobierno de Pedro Sánchez empieza a cumplir con su palabra de dignificar las condiciones de trabajo de las trabajadoras y los trabajadores. Se trata de un pequeño paso para la derogación de la reforma laboral, pero un gran paso para la dignidad de las y los trabajadores que, por fin, podrán estar en situación de incapacidad temporal con derecho a mantener su puesto de trabajo. Los que critican esta derogación, olvidan que las bajas médicas no las cogen los trabajadores, si no que es un facultativo de la Seguridad Social, el que certifica que la persona no tiene la posibilidad de acudir a su puesto de trabajo. Es, por tanto, en mi opinión, un avance propio de un estado de bienestar, y de un país que se autoproclama progresista, que ya dentro del espacio común europeo, necesitamos dignificar aun más las relaciones laborales estatales, para asemejarnos un poco más a nuestros vecinos europeos, es un pequeño paso hacia la reforma laboral y un gran paso hacía el trabajo digno.