A mediados del mes de marzo, recibí como todo español, un wassasp de voz, el cual reconocí rápidamente quien era la persona que lo estaba comentado, pues se trataba del escritor periodista Cesar Vidal, que desde su exilio voluntario (según él) hablaba desde los Estados Unidos, y su contenido me sorprendió enormemente, debido a que aquí en la España del coronavirus, y por culpa de una serie de test inservibles, necesarios y en momentos ya verdaderamente preocupantes, resulta que nuestro gobierno, ocupándose y preocupándose por todas las personas que vivimos aquí, adquirieron estos elementos que no servían para casi nada, por no decir para nada. De ello es que según la jefatura del estado se tuvieron que devolver, con el perjuicio que ello representaba y la cantidad de vidas que se iban quedando por el camino.

Resulta que desde la lejanía americana, el citado periodista dejo caer muy claramente, eso sí sin decir nombres debido a su ética profesional, que esos test no eran procedentes de China, sino de Ucrania, y que la persona que se había llevado un montón de euros de comisión, era el marido del hijo de un ex mandatario socialista de tiempos de Felipe González.

Dicho de otra forma, estando a un montón de kilómetros de España ya sabía por dónde se iban los desaguisados del gobierno, eso sí, con la discreción de la profesionalidad que le caracteriza, pero sabiendo todos los que le escuchamos a quien se refería.

Hoy ya es noticia pública según rezan los diferentes wassap, en los otras personas y medios de comunicación han puesto nombre y apellidos del hijo del político y del comisionista.

Pues se trata ni más ni menos del hijo de José Bono, osea, José Bono Jr. y su pareja Aitor Gómez y de su sorprendente y desconocido negocio.

Posiblemente sea este el motivo, por el que el gobierno no quiere dar explicaciones al respecto ni a la oposición ni a los medios de comunicación. Sobre todo transparencia que tanto han reclamado como cuando estaban en la oposición