Hoy aplaudimos a los sanitarios, al ejército, a las fuerzas de orden público, a los voluntarios y colaboradores en la lucha del virus. Pero, ¿no nos dejamos algo en el tintero? Personalmente, en mi cabeza intento hacerme una composición de la situación posterior a la pandemia. Seguramente estaremos en una crisis económica mundial, los políticos no tengan ninguna responsabilidad. Socialmente todos funcionaremos como hasta ahora, pero posiblemente la globalización se resienta. El coste personal será incalculable, los miedos, la inseguridad de relacionarse con más gente, las actuaciones sociales se resentirán. Eso produce miedo y estrés. ¿Nadie se atreve a decirme que va a ocurrir? Esa esperanza personal de futuro nadie la está tratando.