Algunos no salen de su asombro ante la desfachatez y falta de escrúpulos de un Gobierno que trata de acallar las críticas comprando la voluntad de los españoles. Esta es una señal clara de su soberbia, del desprecio intelectual que demuestra a la ciudadanía con esa "paga mínima mortal" que nos permitirá ver el fútbol y tomar una cerveza en el bar, aunque después tengamos que recurrir a la caridad para poder comer.

Este Gobierno encuentra justificación para todos sus errores, para todos sus cambios de criterio, para todas sus decisiones arbitrarias e injustas. No asume ninguna responsabilidad y escurre el bulto con descaro, sin reparo alguno. Tiene claro que ha llegado para perpetuarse gracias a unos pactos indignos, unas amenazas cumplidas y unas voluntades compradas.

El ministro Marlaska acaba de destituir al coronel Pérez de los Cobos, jefe de la guardia Civil en Madrid, tras el envío de un informe realizado por la benemérita a la juez que investiga la autorización de actos multitudinarios días antes de la declaración del estado de alarma. Pero no, el ministro dice que la causa de su cese no es su negativa del coronel a facilitarle el contenido de dicho informe, sino a una "redistribución de equipos". ¿Por eso mismo también ha presentado su dimisión el número dos de la Guardia Civil, el teniente general Laurentino Ceña?

Este Gobierno no da puntada sin hilo y desde su atalaya de arrogancia está convencido de su poderío ideológico, de su capacidad para doblar la voluntad de todo el pueblo español, ya sea con hiel, con ceses y expropiaciones, o con miel, con pagas ridículas y aumentos de sueldo. Por eso, para calmar los ánimos de los que se niegan a aceptar la injusta destitución de Pérez de los Cobos, no ha tardado ni veinticuatro horas en aprobar la equiparación salarial de la Policía Nacional y la Guardia Civil con el resto de las policías autonómicas. Es indignante el ninguneo, el puro desprecio, que este Gobierno está ejerciendo sobre toda la ciudadanía. Y lo peor de todo es que este maltrato se perpetuará si los españoles le damos la razón en las próximas elecciones. De ti depende que esto no pase. ¿No crees?