Cuando empezó la pandemia falleció en València un enfermo de coronavirus después de haberlo trasladado dos veces a hospitales distintos. Dijeron que venía del Nepal, informándonos, inexplicablemente, trece días después. Recuerdo que los viajeros que venían de Milán se quejaban de que a su llegada nadie les controlaba, ni siquiera la temperatura. Ya estaba el foco en Italia y me parece desconcertante que se permitiese jugar al Valencia CF en Milán y que un comentarista deportivo ya viniese contagiado. Seguro que había más entre los aficionados seguidores.

Después de tanto fallecido, aún hay rebrotes, dicen que controlados. Ahora están reaccionando los encargados del deporte. ¿Pero por qué no previnieron con antelación el problema de ese partido jugado en Milán? Fue una falta grave de prevención, como lo son también en la actualidad las reuniones masivas de gente sin las más elementales normas de prudencia y de higiene sanitaria. Y así nos va.