Hoy habría sido el aniversario de Rafa Ventura-Melià, 73 años. Me estoy refiriendo al periodista de este diario, pionero del periodismo cultural valenciano, que nos dejó este enero de una forma totalmente inesperada. Hoy nos habría reunido a unos cuantos amigos, como venía haciendo en los últimos años, para comer en un buen restaurante del casco antiguo y charlar. Yo procuraba nunca faltar a este tipo de citas. Rafa Ventura era alguien excepcional. Te despertaba la curiosidad por multitud de temas y te hacía reir con su mordacidad, siempre deslumbrando con su cultura y prodigiosa memoria. 

Yo le debo mucho, y tengo muchos hilos de los que seguir tirando a partir de todo lo que recuerdo que hablamos, películas que vimos y libros que me aconsejó o regaló. De ‘Trenes rigurosamente vigilados’ a ‘Yo serví al rey de Inglaterra’, ambas películas de Jirí Menzel, se cerraba un círculo, por citar sólo dos pero luego hubo más, todo un recorrido que hicimos por salas de cine. Entre los primeros libros que me dio a conocer, como ‘El coloso de Marusi’ de Henry Miller, o ‘El buda de los suburbios’ de Hanif Kureishi, y más tarde otros como ‘El tiempo de los regalos’ de Patrick Leigh Fermor, o ‘La cartuja de Parma’ de Stendhal, Rafa fue desplegándome todo un fabuloso abanico de lecturas que influyó en mi formación y en mi amor por la literatura.

Pero habrá que asumir que se acabaron los paseos por València en su compañía, los encuentros en la Filmoteca, o los cafés en el Hotel Inglés. Hay que lamentar que no se publicasen varias de sus novelas ni materializasen varios de sus proyectos, de los que hablaba con tanta ilusión. Su cabeza no paraba. Su conversación y verborrea tampoco, aunque en los últimos años había bajado un poco el ritmo, supongo que las cosas no estaban siendo fáciles para él. No consiguió la notoriedad pública que seguramente merecía, pero hay que reivindicarlo y recordarlo como periodista, escritor e intelectual. 

Al final sólo nos queda tratar de responder a las preguntas malheridas que nos deja el tiempo. Porque, en versos del propio Rafa: «On són els dies que mai tenien fi? / On són després d’haver passat? / Moren o no per sempre més?».