La ultraderecha pierde la votación y sólo la apoyan sus 52 diputados frente a 298 ‘noes’. Se acabó el espectáculo. El Congreso tumba la moción de censura presentada por Vox para echar al Gobierno después de dos días en los que Santiago Abascal con un discurso con bulos incluidos. Todo ello a pesar de que Vox sabía que perdería la quinta moción de censura de la democracia, pero que quiso utilizar como un gran plató para intentar coger aire después de meses de caída en las encuestas. Me pregunto como es posible que los políticos, con tal de salir en los medios, cometan esta metedura de pata, ya que por regla general cuando uno hace una moción de censura, lo primero que tiene que hacer es ver las posibilidades que tiene de salir airoso. Todo ello nos ha servido a los ciudadanos para estar entretenidos y olvidarnos un poco del virus que nos tiene tapada la boca, tanto en casa como en la calle. Y por otro lado, después de siete meses, hemos visto el Congreso con casi todos sus asientos ocupados, para una obra de teatro más.