Es Navidad, tiempo de compartir, y por doquier nos llega información de innumerables campañas solidarias, pues la necesidad cada vez alcanza a más personas. Y entre esas personas también se encuentran ahora algunos docentes de Religión de la escuela pública valenciana.

El gobierno progresista valenciano permitió que cada equipo directivo decidiera si en su colegio se impartía una o dos sesiones semanales de la asignatura en primaria. Y muchos optaron por una sola sesión semanal. De ese modo, de forma automática, los maestros de esos centros pasaron a tener media jornada.

El Consell no ha reparado en gastos para contratar a un sinfín de maestros que refuercen las plantillas en estos tiempos de pandemia. Ha contratado a jornada completa a cientos de maestros de la bolsa, cuando en esos centros ya estaban dando clase maestros de Religión con disponibilidad horaria y con la misma titulación que esos otros docentes interinos. Pero va a ser que no, pues Educación ha dictaminado que los profesores de Religión no pueden realizar ni sustituciones ni apoyos ni refuerzos. ¿Por qué?

Es Navidad, tiempo de compartir y de ayudar a un buen número de maestros de Religión que no llegan a fin de mes porque su nómina, que en algunos casos es la única que entra en casa, no supera los novecientos euros.