La Historia es maestra de vida y por eso es conveniente que no se descuide su estudio en el currículo que se desarrollará tras aprobarse la nueva ley de Educación. Si somos capaces de escarmentar de los errores cometidos en el pasado, avanzaremos por el buen camino de tratar a cada persona con la dignidad que se merece.Sirva de ejemplo los recursos empleados por los nazis para demostrar que la raza aria era superior y que las otras estaban formadas por seres subhumanos, merecedores de sufrir la marginación y el exterminio. Para hacer creíble sus teorías racistas, trataron de fundamentar su ideología supremacista bajo un marco pseudocientífico que logró seducir y manipular la voluntad del pueblo alemán. Hoy en día, nos parece inexplicable y terrible que por culpa de estas teorías fundamentalistas fueran torturadas, esclavizadas y asesinadas más de seis millones de personas.Servirán de ejemplo los recursos humanos y materiales que está empleando nuestro Gobierno para demostrar que sus leyes del aborto y de la eutanasia se fundamentan en la verdad suprema y que nada ni nadie tiene el derecho de ponerlas en duda. Y así, para hacer creíble estas teorías disparatadas, tratarán de prestigiarlas subvencionando líneas de investigación en programas de doctorado e instituyendo nuevas asignaturas en los grados y másteres universitarios. En un futuro próximo, a las nuevas generaciones de españoles les parecerá inexplicable y terrible que por culpa de estas leyes fundamentalistas no llegaron a nacer millones de españoles y que otros muchos dejaron esta vida de forma arbitraria antes de hora.