Simón se equivoca con la Comunitat Valenciana

Son totalmente desacertadas y erróneas las declaraciones de Fernando Simón respecto a que la pandemia en la Comunitat Valenciana está en «una fase de desaceleración muy importante o quizás, incluso, de inicio de un suave descenso», El propio centro que él dirige, Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, emite los informes de Actualización 290 (14/01) y 300 (28/01) que confirman lo contrario. Según los mismos, la CV ha pasado en dos semanas (del 14 al 28 de enero) de 189.877 infectados a 290.365 (un 65 % más), pasando de una incidencia acumulada de 667,88 al 1.438,40 infectados por 100.000, la mayor de todo el país.En estas dos últimas semanas en la Comunitat hemos pasado de 18.473 hospitalizados a 23.892, lo que supone que la ocupación de camas ha pasado del 30,12 % al 41,54 %, el mayor porcentaje de España, con una ocupación media del 24 %. Y respecto a los ingresos en UCI hemos pasado de 531 a 762 pacientes, del 47,54 % al 62,98 %, la más elevada del país, que tiene una media del 42 %. Los datos de fallecimientos son más preocupantes todavía, pasando de 3.467 a 4.537 en dos semanas.Con respecto a la infección por la cepa británica en nuestra comunidad, el martes día 26 de enero el Ministerio de Sanidad emitió una circular en la que alertó de que la variante británica está creciendo «muy rápidamente». La ministra Carolina Darias confirmó que los casos sospechosos son entre un 5 % y un 10 % del total de los casos confirmados, es decir, miles. Sin embargo, el propio Fernando Simón declaró el pasado martes que las autonomías españolas habían notificado 267 casos confirmados de la variante británica de la covid-19. De ellos, 25 corresponden a la Comunitat Valenciana, aproximadamente el 10 % del total en España.Es difícil entender como unos de los máximos responsables de la sanidad en nuestro país, puede realizar declaraciones tan contradictorias, ya que sus propios informes desvirtúan las afirmaciones realizadas por él mismo. Un ejemplo más de los constantes vaivenes de cifras erróneas a los que nos tiene acostumbrado nuestro Gobierno y que generan una desconfianza total entre la población.