Casi siempre los adolescentes aparecen en los medios de comunicación como irresponsables, con falta de experiencia y culpables de que las cosas no mejoren. Pues los jóvenes como yo nos estamos adaptando lo mejor que sabemos a los acontecimientos que ocurren. Con 16 años que tengo he conocido un rey poco ejemplar y el actual que, de momento parece formal aunque sus hermanas no le ayuden, varios papas han pasado por el Vaticano, diversos atentados, el peor brote de ébola de la historia y ahora una pandemia mundial que nos quita familiares, amigos y ocio. Soy consciente de las injusticias y del hambre que existen en gran parte del mundo. Yo no diría que somos inmaduros, todo lo contrario, estamos demostrando que podemos con todo y que aunque tenemos ganas de fiesta y de ‘volar’, aguantamos lo mejor que sabemos. Esperemos a que todo este mal sueño pase lo antes posible. Pronto volverán las fiestas, los viajes y retomaremos nuestra vida con más ganas si cabe. Dejemos de generalizar y de poner etiquetas a los demás, por favor. Los jóvenes, igual que el resto de los mortales, aprendemos del pasado, soñamos con el futuro y vivimos el presente.