El 39,9 % de los jóvenes menores de 25 años se encuentran en el paro en España. Cifra muy elevada si la comparamos con Alemania, donde el porcentaje es del 6,1 %. Si se considera que los jóvenes somos la generación mejor preparada, ¿por qué somos los que menos oportunidades tenemos para incorporarnos al mercado laboral? Esta situación nos provoca miedo e incertidumbre. No sabemos realmente para qué estamos dedicando tanto tiempo a formarnos. No sabemos si vamos a poder construir un futuro en nuestro país o si tendremos que dejarlo todo e irnos fuera para, por lo menos, tener una oportunidad. Estamos desmotivados. Somos cobardes y elegimos carreras universitarias que nos vayan a dar algo de dinero, aunque a su vez también nos vayan a robar la felicidad. Sentimos que por mucho que nos esforcemos, no hay nada que podamos hacer. Por eso, cuando nos preguntan cómo nos vemos dentro de 15 años, no sabemos qué decir. No nos gusta pensar en eso, nos asusta. Nos asusta hablar de futuro porque no sabemos a ciencia cierta si lo vamos a tener.