Es un hecho que los niños tienen móvil a edades más tempranas. Según el I Estudio Xplora, la edad media a la que los niños piden su primer móvil a sus padres es a los 9 años. Claramente, esto hace que los progenitores quieran estar al tanto del uso que le dan sus hijos a las redes sociales, hasta tal punto que pueden llegar a revisar sus mensajes y notificaciones. Pero, ¿esto es realmente bueno? Según la Ley Orgánica 1/1996 de protección jurídica del menor, los menores tienen derecho a la intimidad personal y el secreto de sus comunicaciones. No está bien cotillear los mensajes y notificaciones de los hijos pensando que es por su bienestar cuando eso a veces crea conflictos dentro de la familia. Es mejor poner unas reglas con los hijos o darles el móvil años más tarde cuando se confíe plenamente en ellos.