Muchas personas luchan por una mejora salarial en su empleo en el cual llevan tantos años. Asumen más responsabilidades sin nada a cambio, se forman por ellos mismos para poder crecer en el ámbito laboral y conseguir una mejora, pero siguen sin obtener nada. Nos acostumbramos a dar, y no recibir, esperamos que el empresario nos valore cuando ni siquiera nosotros mismos lo hacemos. Estamos mal porque vemos que no crecemos, asumimos más y más, esperando un reconocimiento que nunca llega, y por si fuera poco, somos incapaces de reivindicar lo que nos merecemos, porque sentimos que estamos en deuda con el empresario por ofrecernos el placer de trabajar en nuestro puesto. Queridos lectores, el placer es de la empresa por tener tantos valientes y luchadores trabajando en unas condiciones pésimas.