Venimos observando un aumento de los robos de bicicletas estacionadas en la calle en la ciudad de València. En mi caso, me fue sustraída una BTWIN de paseo en el número 49 de la calle Barraca del barrio del Cabañal este fin de semana. Pero también le fue sustraída la bicicleta a mi pareja una semana antes. El ‘modus operandi’ de la banda debe ser en furgoneta porque yo suelo candar la bicicleta con dos pitones pero el trasero no se detienen a romperlo por lo que suponemos que llevan una ‘furgo’.

Le escribo ante mi indignación por estos sucesos, ya que un país como el nuestro, democrático y avanzado, no puede permitirse esta clase de sustracciones y más cuando se trata de movilidad sostenible. Que otros usuarios tengan en cuenta el riesgo de dejar las bicicletas en la calle y que el ayuntamiento se percate de la necesidad de aparcamientos públicos de bicicletas en bajos dentro de los barrios para protegerse del hurto.