La imbecilidad humana parece no tener límites. Ayer, al salir del hospital Clínico fui a coger el autobús y en la parada me encontré con un cartel publicitario (pegatina) en el que decían que No debemos vacunar ni a niños ni a adolescentes, que estos no cojen el covid-19. Me parece escandaloso que con los miles de muertos que se ha llevado esta enfermedad aún haya gentuza que niega la evidencia y se permiten hacer estas afirmaciones poniendo en duda la evidencia científica. Lo más grave es que junto a mí estaban unas niñas-adolescentes que al leer esta barbaridad decían: «¿Veis? Nosotras no tenemos que vacunarnos, la vacuna es perjudicial en gente joven». En fin creo que las autoridades deben poner fin a esta desinformación, que no puede estar amparada en la libertad de expresión. Ponen en riesgo el derecho a la salud y la vida de todos/as. Sinceramente creo que el derecho a la vida está muy por encima al de decir y hacer gilipolleces.