Paseando por muchas zonas de València los ciudadanos podemos ver que muchos alcorques de árboles están vacíos o con tocones de ejemplares talados, y muchos otros están repletos de hierbas que se desbordan y que dan cobijo a molestos insectos y hasta a defecaciones de perros que sus dueños no se molestan en recoger. Algunos alcorques están sospechosamente vacíos de vegetación coincidiendo con algún negocio al que el árbol taparía el escaparate. Y yo me pregunto, ¿puede un comercio eliminar el árbol que el ayuntamiento le ha puesto delante para que su negocio se vea mejor? En cuanto a la broza, me parece muy bien que el consistorio quiera respetar la biodiversidad, pero hay calles que dan un aspecto de suciedad notable. Zoa Pérez. València.