Ha llegado septiembre, toca volver al trabajo, a la rutina, al colegio o universidad. Sin embargo, no siempre es así. Si atendemos a los datos oficiales aportados por la ONU, hasta 236 millones de menores en todo el mundo se encuentran desescolarizados y un total de 617 millones de personas se encuentran en situación de alfabetización. Y hay 750 millones de personas analfabetas.

Estos datos son extremadamente preocupantes. Suponen el fracaso del Objetivo 4 la Agenda 2030 en su objetivo 4, se acumulan en África, Sudamérica y Asia, y un 65% de esa población son mujeres. En España, la tasa de alfabetización es del 1,7 % con 647.000 personas y lo que sitúa el país en el puesto 38 del ranking mundial.

Son cifras muy elevadas y son sinónimo de pobreza y de límites. La educación es sinónimo de crecimiento y de dignidad. Una educación de calidad en los países más afectados por el analfabetismo sería una de las soluciones a los problemas que los definen y en esta línea se han pronunciado multitud de personalidades internacionales

El objetivo número 4 de los ODS es de vital importancia, ya que la educación es la clave para el progreso y debe ser una educación de calidad, una educación en valores. Pero, sobre todo, debe ser una educación accesible en todos y cada uno de los rincones del mundo.