Es una total y absoluta vergüenza el trato que desde el INSS, como institución, se está dando al administrado, al ciudadano. El sistema es tercermundista en cuanto a tener a la gente esperando en la calle, con sol, llueva o nieve. Un total y absoluto desprecio y desconsideración. Máxime con agentes de la seguridad privada que con su uniforme se consideran generales de la benemérita y que actúan, ya no como control, sino como verdaderos muros de contención, pero que, con todo mi respeto a ese colectivo, con seguridad lo hacen por indicaciones recibidas "desde la indeseable y deleznable poltrona". 

 Vamos, que los abuelos estemos llevando al colegio a los nietos, que los comercios estén abiertos, que otras administraciones públicas estén funcionando al 100%, pero el INSS, sus responsables desde la poltrona tocándose las.....narices (vamos a ser benévolos en los adjetivos) se burlen y se rían del pueblo, es un despropósito mayúsculo, claro, hasta que a ese pueblo se le hinchen también las.....narices. 

 Repito, máximo, total y absoluto respeto y consideración al funcionariado, pero al sistema, a los que desde la poltrona diseñan la forma de desprecio y desconsideración al pueblo ¡caña y más caña! ¿Pero por qué tienen que forzar situaciones nada deseadas en un país democrático que prácticas como las del INSS lo desmerecen convirtiéndolo en un totalitarismo deleznable?