Cuando ustedes llegan al supermercado, nosotros ya llevamos un rato con ‘eso’ puesto, asegurando las condiciones óptimas para ofrecerles el mejor servicio posible. Cuando nosotros les pedimos que se pongan ‘eso’ al entrar a un establecimiento público, no lo hacemos para jorobar. Y no, no somos policías, aunque nos lo digan bastante últimamente. Hacemos lo que nos mandan, y pasamos muchas horas al día tras ‘eso’: tampoco nos gusta. ‘Eso’ ya nos tiene con mala cara demasiadas horas del día. Así que, por favor: no la tomen con nosotros.