Paseando estos días por València veo con satisfacción que el ayuntamiento ha rectificado al menos en parte su política de dejar que los hierbajos campen a sus anchas en los alcorques de los ár boles. Me ha dicho un vecino que el otro dia vio a una brigada de las que cuidan los jardines cortando los matojos y retirándolos en un camión. Aceras en las que antes apenas de podía pasar por las malas hierbas ahora están libres y limpias, dando un aspecto que nunca debieron perder.