España siempre es mayormente católica, al igual que su vecino Portugal, el resto de Europa es cristiana, por supuesto con catolicismo, y diversas religiones, pero que tienen siempre como importante figura a Jesucristo. Aquí han venido modas extranjeras, «el día negro», papá Noel, Santa Claus... Además todo va para publicitar un consumismo exacerbado, como el mes de noviembre que en su día observé que ya era Navidad en unos grandes almacenes, con villancicos incluidos. Todo ello ha llevado a generar compras que en principio no me parecen mal, pues ayudan al comercio a superar la crisis pandémica, aunque con precios subidos de tono. No obstante la publicidad, solo la cartelizan con pasquines de regalos, aunque allí ponen a los Reyes Magos, - menos mal-. A otros les da la ocurrencia de la cabalgata de las tres magas, o sea nada de interpretar los Santos Evangelios. En ningún momento la publicidad cartelaria saca el nacimiento del niño Dios, que es al fin y al cabo, lo que verdaderamente celebramos en la Navidad, la mayoría católica y cristiana. Francisco Javier Sotés Gil. valència.