Con el reciente viaje de Joey Lim y Anil Murthy a Barcelona para reunirse con Laporta, el Valencia continúa en su línea de vender jugadores al Barça de forma preferencial desde que entró la nueva propiedad. Dadas las buenas relaciones de Lim con Laporta, parece que además de degradar al equipo social y deportivamente, nos hemos convertido en una sucursal, como un Barça B. Soler y Gayá se merecen un equipo a su altura, y ese equipo tiene que ser el Valencia. Ya está bien de malvender, malcomprar y no valorar la propio. Habría que detener este desmán y este despropósito que no conduce a ninguna parte. Necesitamos una acción eficaz, una unión de empresarios, socios y simpatizantes para comprar el Valencia y que vuelva a ser lo que debe ser, un equipo de fútbol. Es el momento. Ramón Puchades Rincón de Arellano. valència.