Me sorprende ver cómo el Ayuntamiento de València anuncia en la prensa a bombo y platillo, a página completa y en color, las ayudas para reabrir bajos comerciales cerrados, cuando en la trastienda ocurre todo lo contrario. El Ayuntamiento de València bloquea la apertura de establecimientos durante casi un año en espera de los permisos de obras. Esa es la realidad que no se da a conocer, no favorecen el emprendimiento, lo dificultan, lo ningunean. Se paraliza la apertura de negocios por no disponer de técnicos que visiten las obras y otorguen la licencia exigida y para la tan esperada visita se estima una espera de al menos 9 meses. Casi un año de burocracia para levantar una persiana, mientras el ayuntamiento no hace su trabajo, las esperanzas y la economía de trabajadores y arrendatarios se hunden en la desesperación. Esa es la historia de una joven pareja que, aspirando a tener su negocio propio, se lanzó a abrir un centro de dietética y entrenamiento personal... Encontraron un local apropiado con un alquiler razonable pero ahí se quedó su ilusión, las obras de reforma llevan paralizadas desde noviembre de 2021, mientras tanto ni ellos pueden trabajar, ni el propietario del local puede cobrar... ¿cómo sobrevivir a meses y meses de espera? Estamos atados de pies y manos a merced de la burocracia municipal, no podemos hacer nada más que denunciar públicamente esta situación para que le pongan solución y las persianas se puedan levantar de verdad, sin sufrimiento e impotencia. María Jesús Blesa Sánchez. VALÈNCIA.