China, Rusia y Estados Unidos parecen haber reavivado las antiguas pulsiones del nacionalismo revenido y la deriva a un capitalismo salvaje. Los Estados-Empresa rivalizan por intereses comerciales, dejando de lado las posibles consecuencias humanas. Rusia prosigue con la invasión y masacre de Ucrania, China y Estados Unidos rivalizan por Taiwan, la pandemia y el cambio climático actúan como catalizadores de la combustión mientras una parte del mundo sigue olvidada en la miseria.¿Alguien da más? A pesar de los progresos, nuestro potencial de autodestrucción como especie siempre ha estado infravalorado.