La noticia es que el alcalde en funciones de València, Carlos Galiana, apuesta por la recuperación ambiental del antiguo hotel Sidi Saler, ya que se construyó encima de un cordón dunar en los años 70 . Defiende la restauración ambiental de esa zona natural para preparar la costa ante los efectos del cambio climático. El edificio del hotel, como recuerda la concejala de Licencias de Actividad, está fuera de ordenación sustantiva, una cuestión que condiciona mucho las licencias que se le pueden otorgar desde la administración pública y que son las de obras de conservación y mantenimiento del edificio.

Como ciudadano pienso que hay muchas edificaciones que en su día se realizaron y que hoy impactan. Un ejemplo de ello es el Perellonet , que siendo una playa de las más interesantes está protegida por las dunas en algunos puntos pero con edificaciones de 20 alturas junto a otras con de una sola altura. Es decir, en todos los tiempos se ve que la edificación siempre ha estado comandada por intereses y cuando más cerca han estado del poder municipal, la edificación por m² superaba con más alturas en la edificación. Por todo ello me gustaría saber si el ayuntamiento derribaría el hotel si fuera de su propiedad.