La envidia sana no existe
Jessica Rojas
La envidia y los celos no son más que una manifestación de extrema admiración hacia otra persona, pero mal gestionada. Aquello que llamamos «envidia sana», no es otra cosa que el deseo de lo que otro tiene o es, pero desde un lado oscuro. Cuando admiramos a alguien, sus éxitos nos generan un sentimiento de alegría, y nos inspiran a seguir trabajando y esforzándonos para conseguir aquello que deseamos, convirtiéndose en un espejo a través del cual debemos mirarnos y sentir una gran motivación. Es la admiración experimentada desde el amor. Pero si sentimos el impulso de querer romper ese espejo movidos por la rabia y sentimientos de inferioridad, y el éxito de otra persona nos genera frustración cuando inevitablemente nos comparamos con ella, por mucho que la llamemos envidia sana, estaremos viviendo esa admiración desde el miedo, la culpa y la vergüenza. Preferimos entonces desperdiciar nuestro tiempo en destruir los logros de los demás, en vez de construir los nuestros propios.
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