Lucas Alcaraz (Granada, 1966) es el técnico escogido por el Levante UD para tratar de revertir de forma inmediata el crítico inicio liguero del conjunto «granota», tras la destitución en la madrugada de ayer de José Luis Mendilibar. El preparador andaluz, que firmará a falta de resolver flecos por lo que resta de temporada con opción a otra adicional en función del cumplimiento de objetivos, tiene una amplia experiencia en equipos acostumbrados a luchar por la permanencia o por el ascenso a Primera, como es el caso del Granada, al que dirigió hasta el año pasado, Racing, Murcia, Xerez o Córdoba. También acumula una experiencia en el extranjero en el Aris griego. Alcaraz, si se remata la operación, ya se sentará en el banquillo este mismo viernes en el desplazamiento a Vigo. Su nombre, avanzado anoche por el programa Esports 97 Nit, se prefería al de otros ofrecimientos, como el extécnico de Sevilla y Zaragoza Manolo Jiménez.

Pasadas las doce y media de la noche compareció el presidente Quico Catalán para confirmar el despido de Mendilibar: «Hemos escuchado el informe de la dirección deportiva y tras valorarlo se ha tomado la decisión. Lo echamos porque hay que dar un giro a la actual situación», valoró el presidente, que elogió el «comportamiento ejemplar» del entrenador y de su cuerpo técnico. Catalán no quiso confirmar el nombre de Lucas Alcaraz, si bien expresó su deseo de que a lo largo de la jornada de hoy se pueda anunciar de forma oficial al sustituto.

Ocho jornadas ha durado Mendilibar en el banquillo del Levante UD. El pésimo arranque de liga del conjunto azulgrana, en posiciones de descenso, con una sola victoria y siendo el equipo menos goleador y el más goleado del campeonato, empujaron a la directiva azulgrana a acelerar su decisión. El mismo técnico recibió la notificación del despido pasadas las 23 horas, cuando se personó en las oficinas del estadio Ciutat de València. El consejo de administración tomó la determinación después de escuchar el informe elaborado por Salvador sobre la trayectoria del equipo en las ocho primeras jornadas de Liga, con especial atención a la cantidad de lesiones musculares sufridas por el conjunto «granota».

La abultada goleada encajada contra el Real Madrid únicamente culminó una decisión madurada en las últimas semanas. En la negativa racha del equipo han confluido teóricos atenuantes como las lesiones y un exigente calendario, pero la inesperada derrota en casa contra el Rayo Vallecano fue el punto clave que cambió radicalmente la percepción del club sobre su entrenador. Una idea que definitivamente ganó cuerpo con el empate 3-3 en Eibar, envite en el que los azulgranas dejaron escapar por dos veces una renta favorable.

A nivel popular la figura de Mendilibar tampoco ha acabado de encajar al no saber dotar al equipo de una identidad de juego definida y que, además, fuera convincente. Con la llegada del técnico de Zaldivar, desde el club se quiso dar un paso adelante en la forma de juego del equipo, evolucionarla hacia un estilo no tan defensivo, como el que fue criticado en la etapa de Joaquín Caparrós. Una apuesta avalada personalmente por Salvador y que no ha surtido el efecto deseado. Alcaraz tendrá como primera misión devolver al equipo el espíritu combativo y de firmeza defensiva del que hizo gala en las últimas campañas. Con el despido de Mendilibar, el Levante UD rompe una tradición que le había llevado a no destituir a ningún entrenador desde que en octubre de 2007 prescindiera de Abel Resinos. La paciencia en el banquillo acompañó al club en la mejor época de su historia, superando momentos de inestabilidad, cuando se aguantó en su cargo a Luis García Plaza pese a haber acabado la primera vuelta como destacado colista. El equipo se acabó salvando en una gran segunda vuelta y sentó las bases de éxitos posteriores como la clasificación para la Liga Europa.