Un equipo necesitado de jugadores que tiren del carro

El Levante UD camina descabezado por la Liga, sin orden ni concierto sobre el terreno de juego. Los últimos partidos han puesto en evidencia las carencias del conjunto azulgrana, más o menos aplicado en defensa pero falto de armonía en el resto de lineas. El Levante UD es hoy, con 16 puntos y metido de pleno en la zona peligrosa (hoy entraría en posiciones de descenso si gana el Córdoba), un equipo sin referencias en el terreno de juego. Las ha perdido en las dos últimas temporadas, con la marcha de los futbolistas que tiraban del carro en cinco años fantásticos gracias al compromiso con la camiseta de un grupo de futbolistas, varios de ellos de la tierra. Sin Ballesteros, Iborra, Juanlu, Barkero o Juanfran (hoy en un segundo plano), no quedan jugadores en el campo que marquen las normas y contagien a sus compañeros del espíritu competitivo de los últimos años. Si acaso David Navarro, pero su espíritu combativo y de identidad con el club no tiene continuidad en el resto del grupo. El resto de valencianos (Pedro López, Juanfran, Rubén, Héctor Rodas y los canteranos Iván López y Camarasa) están hoy en un segundo plano. Navarro es el único veterano al que se le puede encomendar la misión de guiar al resto de la tropa. Porque de Juanfran no hay buenas noticias. De momento. Con 38 años, el futbolista más veterano de la Liga, no es el mismo.

La falta de futbolistas de club que impongan la jerarquía en el vestuario es, sin duda, uno de los varios motivos que han situado al Levante UD en su peor situación de la tabla, al final de una primera vuelta, desde su regreso a la élite hace cinco años. Ha quedado demostrado en los últimos partidos: el Levante UD está descabezado. Y su entrenador, Lucas Alcaraz, no encuentra soluciones. Si el equipo «granota» quiere continuar en la Liga BBVA la próxima temporada, necesita un líder, o dos, que marquen el camino. Y, visto lo que hay, David Navarro es el único candidato. Pero necesita ayuda. Urgen más referencias.

A la falta de un «jefe» en el campo se une la ausencia de rigor táctico. Lucas Alcaraz no ha dado con la tecla, pese a sus intentos por darle un nuevo aire el equipo al tomar el relevo de Mendilibar. Su proyecto no funciona y no se atreve dar un paso adelante en la delantera, donde David Barral aporta muy poco. Sólo ha marcado un gol. La alternativa, el recuperado Rafael Martins, continúa empezando los partidos desde el banquillo, cuando el club lo fichó para marcar goles. Con Rubén en el banquillo, el futbolista más eléctrico, por su falta de vehemencia, la banda izquierda es una zona desierta. Ivanschitz, por mucho que se empeñe el entrenador, no funciona de interior zurdo. Le falta recorrido. Xumetra y el mencionado Rubén esperan su oportunidad. Sólo hay un futbolista que pida paso de verdad: El Zhar. Puede ser un buen revulsivo, pero no es el líder que necesita el Levante UD. Para colmo, el Levante UD ha perdido por unas semanas a Diop, su mejor futbolista.

A esto hay que sumarle la falta de sintonía en el club a la hora de reforzar el equipo para la segunda vuelta. Mientras el club se decanta por fichar un delantero, Alcaraz está empeñado en un centrocampista. José Mari (27 años), en paro desde que dejó el Colorado Rapids en octubre, era la opción elegida. Pero ha quedado aparcada. Hay más de una reunión pendiente para encontrar el consenso para elegir qué zonas del campo hay que apuntalar. Hay un millón de euros en la caja para gastarlo y el club no puede permitirse fallar.