"Trenet" a Vallejo

Crónica de un fracaso deportivo

Como los malos alumnos, el Levante trata de enderezar el curso sobre la bocina, en la convocatoria extraordinaria de enero, a la desesperada, gastándose lo que no quiso desembolsar en verano

José Luis García

No queda otra. Los últimos partidos han demostrado que el escenario del descenso es una posibilidad muy cruda. En Primera hay algunos equipos malos, pero no tanto como para que lo que ofrece el Levante últimamente dé para salvarse.

Lo cierto es que la primera vuelta evidencia el caos de planificación deportiva de este año, que podríamos hacer extensivo al campeonato pasado y que sólo la portentosa temporada de Keylor logró disimular. Nadie quiso ver lo que había debajo de la apariencia y hoy pagamos las consecuencias. Es lo que pasa cuando apuestas toda la pasta a la deuda y te olvidas de que, además de abrir tiendas y montar radios, esto sólo se sostiene si el domingo la pelotita entra.

La insistencia de Catalán los últimos días en dejar clarito que todas las decisiones deportivas dependen de Manolo Salvador y que él no se metería en su parcela por nada del mundo, empieza a sonar a «yo no soy responsable de todo esto». O también a: «Lucas, usted dedíquese a entrenar». Cuatro hechos objetivos desnudan el proyecto 2014-15. El primero es que, ateniéndonos a las estadísticas, el grueso de las incorporaciones ha sido un fiasco. Ninguno de los nuevos ha sido relevante más allá de la Copa, convertida de forma flagrante en un entrenamiento para los suplentes. Tal vez Toño, de no mediar una lesión considerable, habría tenido mayor protagonismo. Obviamente, en la portería sí hay un nuevo inquilino. No es mérito de la secretaria técnica. Los dos porteros son nuevos. Pero ni siquiera ahí se pueden apuntar un tanto. Mariño no convence, el míster ha pedido otro y ahora llega Riesgo. Es el cuarto (!) en poco más de un año.

Dos. De nuevo una plantilla larguísima y con jugadores que no cuentan con la confianza de ningún entrenador. Y con esto ya llevamos unos años. En lo que va de temporada, Víctor Pérez apenas ha sido dos veces titular; Xumetra, 3, y Gavilán, El Adoua y el Zhar, una. Sin entrar a valorar su competencia, esta quizá sea una de las claves del problema. Un club como el Levante, que tira descaradamente la Copa y lucha por sobrevivir en la Liga, debería comenzar a valorar tener plantillas más cortas y maximizar sus recursos limitados. Resulta frustrante que el club no pueda romper la hucha por un delantero de primer nivel que te salve, cuando cada año tienes tres o cuatro futbolistas cobrando por entrenar. No se necesitan 24 futbolistas para 38 partidos. Por no hablar de renovaciones incomprensiblemente largas para futbolistas condenados a la suplencia. Hay poco dinero, y eso no es culpa del club, pero parece que se gasta mal.

Tercero. ¿Quién manda aquí? En poco más de un año, tres entrenadores han impuesto al club jugadores de su gusto, rompiendo una línea trazada las últimas temporadas. Caparrós se trajo a Nagore y Casadesús; Mendilíbar quiso a Víctor Pérez, y Alcaraz acaba de colocar en la plantilla a José Mari y Riesgo, para calentar banquillo. Demasiadas concesiones para tan poco rendimiento. La forma en que el entrenador está señalando a la secretaria técnica resulta grotesca. Ni con la baja en Elche del insustituible Barral puso de titular a Rafael, la apuesta ofensiva de Manolo este año.

Cuatro. La legendaria efectividad de la dupla Salvador-Catalán ha saltado por los aires. En los últimos tiempos varias operaciones se quedaron en coitus interruptus. Rodallega, Oriol, Javi Guerra... Antes esas piezas no se escapaban. ¿Qué le pasa a la escopeta?

La mayor evidencia de que no se han trabajado bien las incorporaciones es que las mejores noticias de este año están siendo Morales e Iván López, dos canteranos retornados tras sendas cesiones. (Ahí el único mérito del club ha sido retrasar un año su incorporación al primer equipo, lamenta una parte de la grada, aunque considero que, ciertamente, hoy son mejores de lo que serían de no haber mordido el polvo de Segunda una temporada.) Es fantástico que la columna vertebral esté formada por recursos propios, con los renacidos Rubén y Camarasa al frente de la trinchera. Pero todo indica que ellos solos no podrán con todo. Todo dependerá de Uche (lleva diez meses parado) y del central que debe cortar la hemorragia de la defensa.

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