Ni las victorias ni las derrotas le cambian el gesto a Lucas Alcaraz. No dramatiza la situación cuando vienen mal dadas ni tampoco saca pecho cuando el equipo, como el Levante UD en Almería, da un golpe de autoridad que le permite respirar fuera del descenso. «El de Almería es un partido que ya ha pasado, con pocos días de recuperación, ahora hay que afrontar otro ante un rival que viene en alza. Ganando o perdiendo, estamos siempre preparados para olvidar el partido anterior», sostenía el granadino.

Esa cautela se acentúa para valorar a un Sevilla que de nuevo ha tomado una buena inercia: «El Sevilla está entre las cuatro mejores plantillas de la Liga, con un gran entrenador y mucha pegada. Es un equipo con mucha capacidad de cara a gol y hay que hacer un gran partido para sacarlo adelante. No va a ser fácil. Hay que hacer un partido muy completo. Necesitamos que todo el mundo esté bien», analizaba Alcaraz, rápido para cortar cualquier mínima raíz de relajación en torno a su equipo: «Hasta que no se consiga el objetivo la presión sigue siendo la misma».

El Levante UD ya supo cómo jugarle al Sevilla en la ida, aunque Alcaraz cree que los hispalenses han madurado en su juego hacia una versión más vigorosa: «Han eligido jugadores más físicos, con más velocidad, más directos en el balón parado. Hay matices que tienen similitud con la primera vuelta, pero otros no».

En todo caso, y con el breve plazo de días transcurrido desde el partido en Almería, Alcaraz avanzó que hará cambios en su alineación: «Hay algunos que por sus características que no han recuperado bien, otros sí porque son más fuertes, otros en puestos de desgastes, en algún caso no será el que estuvo en Almería». Además, no se vio sorprendido por el buen papel de jugadores que, como José Mari, Sissoko o Ivanschitz, apenas habían contado en las últimas fechas ya que «los conceptos los saben todos» y su deber es «elegir a los mejores». «Aunque no están compitiendo, entrenan muy bien, cuando son solicitados para formar parte del once responden bien», añadió. Ni Barral, salvador con sus goles, tiene el puesto asegurado: «Meter goles no le confiere una ventaja especial» sobre el resto de la plantilla. Con 28 puntos, nadie se puede dormir: «Entiendo que hay colchón cuando existe una diferencia importante y ahora no la hay».