­Tres son las grietas que han aparecido en el levantinismo. Una se sitúa en la parcela directiva, la otra apunta a una Fundación cuya estructura, funciones y liderazgo han quedado en entredicho y, la tercera, planea sobre la masa social descontenta por la negativa a vender a Robert Sarver. En este último frente se ha pasado a la acción. El Sindicato de Accionistas Minoritario (SAM) ha contactado con Robert Sarver para reactivar la oferta de compra.

La operación está en una fase embrionaria, como afirman las fuentes promotoras a Levante-EMV, pero la idea del colectivo ha sido vista con buenos ojos por parte del inversor americano, al que se le ha presentado un plan de intenciones con el que se pretende trabajar. El fallido proceso de venta ha reactivado al SAM, un movimiento que había perdido fuerza con el paso de los años hasta el punto de desaparecer, pero que trata de reagrupar a su militancia y nuevos adeptos en los últimos días. No está confirmado pero hoy tiene previsto dar a conocer los detalles de su propuesta a Sarver, y el resto de la hoja de ruta en una rueda de prensa en el Ateneo Marítimo en la que se recabará el apoyo de los otros grupos que se postularon a favor de Sarver, como la Delegación de Peñas y los Veteranos.

Sarver apunta a los Catalán

«No cabe duda. Es así», con esa claridad contestaba ayer Robert Sarver cuando desde Deportes Cope Valencia se le preguntaba si la familia Catalán era la responsable del fracaso del proceso de venta. De hecho, el dueño de los Phoenix Suns le afeó que Quico Catalán nunca le trasladase su negativa: «Yo nunca recibí un 'No' del presidente. De hecho, no sabía que había tenido un cambio de idea. Lo supe después de que lo hubiese dicho. La verdad es que no lo esperaba, indicó en la citada entrevista.

El propio Sarver confirmó que el actual presidente habría seguido en el cargo si se oficializaba la venta: «Sí. Era una condición para poder firmar el contrato. El presidente iba a ser presidente durante, al menos, tres años. El contrato estaba escrito y redactado y listo para firmar. Si él me hubiese dicho antes que había cambiado su decisión, no habría hecho ese contrato, si nos hubiese llamado», indicó.