Su sonrisa, brasileña y sincera, le delata: Deyverson es feliz en el Levante UD. No lo esconde. Con su alegría contagiosa y su portugués casi ininteligible advierte de que sólo piensa en una cosa: ganar, ganar y ganar. Como el sabio.
¿Cómo lleva su adaptación al equipo y a la ciudad?
Muy bien, bastante tranquila porque desde el primer día me siento como en casa, como si estuviese en familia. Fui muy bien recibido por los compañeros, por el entrenador, por el presidente... Estoy muy contento. Espero que todo siga así durante el campeonato.
¿Ya ha hecho algún amigo?
Todos somos compañeros, amigos, como hermanos. Es normal que tenga más relación con Simao, Rafael y Ghilas. Son los jugadores con los que más hablo porque saben portugués. Me entiendo muy bien con ellos, pero todos somos amigos.
¿Hará una buena pareja en la delantera con Ghilas?
Depende de si el entrenador quiere ponernos a los dos. Pero independientemente de la posición, eso no importa. Todos luchamos para ganar. Da igual quién juegue. Da igual si juego yo u otro compañero. Lo que importa es que el equipo gane. No gana Deyverson o Ghilas, sino el Levante UD.
¿Qué le ha dicho Lucas Alcaraz?¿Qué le pide en el campo?
Sólo me ha dicho que mantenga las ganas de ganar y que luche hasta el final siempre.
Hablando de luchar, ¿cómo empezó su carrera futbolística?
Mi padre peleó mucho por mí y gracias a él he podido llegar a jugar en Europa: en Portugal, Alemania y ahora en España. En Brasil empecé en Tercera División. Mi padre se gastó todo el dinero que ganaba para que yo fuese futbolista. Dejaba de traer comida a casa para que yo pudiese progresar y jugar al fútbol. El tenía el sueño de ser jugador. Fue portero en equipos humildes de Brasil. Mi abuelo también fue portero en equipos como Bahia, Figueirense... Yo también comencé de portero, por mi padre. Iba al campo a verles jugar y entrenar y poco a poco empecé a entrenar. Fui aprendiendo, pero siempre me gustaba el gol. Mi vida fue un poco sufrida entonces. El inicio fue desde abajo, en campos de tierra, y ahí siempre estuvo mi padre ayudándome. Le estoy muy agradecido. En Navidad vendrá a Valencia a verme.
¿Cómo fue el salto hasta el fútbol europeo?
Estaba jugando en Brasil y después de un partido una persona me dijo de ir a Portugal. Llegué al Benfica B y me dieron la oportunidad de jugar. Creyeron en mi trabajo. Allí hice ocho goles y salí a Os Belenenses, donde estuve dos años. Después pasé una fase en el Colonia. Cuando llegue allí me sentí muy poco adaptado, hacía mucho frío y fue algo muy complicado. Después, con el tiempo, me sentí mejor, pero fue difícil.
¿En Brasil veía mucho fútbol español por la televisión?
Cuando era pequeño no, porque no entendía nada y por las noches en seguida mis padres me decían que fuera a dormir. Sí que iba al estadio en Brasil, los domingos por la tarde, o veía cuando jugaba Brasil. Luego sí que he visto muchos partidos de la Liga. A todos los equipos: el Levante UD, el Barcelona, el Madrid, el Sevilla...
¿Hay algún equipo especial contra el que tenga más ganas de jugar este año?
Nunca fui de un equipo español, pero seguía a los clubes con jugadores brasileños. Como el Madrid con Marcelo, o cuando ha tenido a Ronaldo, Roberto Carlos... Ahora está el Barcelona con Neymar, un jugador de la selección que marca la diferencia. Mi felicidad es jugar ahora contra él. Ojalá salgamos victoriosos, y espero poder cambiar con él la camiseta.
¿Con qué sueña Deyverson?
Con ser conocido en el fútbol europeo por mi trabajo. Pero no es mi sueño, sino el de mis padres y el de mi esposa, el de toda mi familia. Todos han trabajado para ello. Mi sueño es conquistar el mundo con humildad, esfuerzo y corazón. Conquistar el mundo como lo hicieron Rivaldo, Ronaldinho, Ronaldo... Es el sueño de toda mi familia.
