El Levante UD no cubrirá de momento la vacante en el Consejo de Administración dejada por el vicepresidente Tomás Pérez, que dimitió tras la negativa de la Fundación a vender el club a Tomás Pérez. La directiva azulgrana se reunió ayer en un céntrico restaurante de Valencia „propiedad de Jorge Lucas, que celebra sus veinte años en como secretario del Consejo„, pero en la cita no se trató en ningún momento se trataron posibles nombramientos o salidas del órgano directivo. Los puntos del día que se debatieron fueron relativos a gestión y presupuesto. La hora fijada para la reunión fue a las 19 horas y el Consejo, con la sola ausencia de Víctor Martínez „de viaje por asuntos profesionales„ aprovechó la ocasión para cenar.

A pesar de que no se tomaron decisiones trascendentes, el cónclave tenía su atractivo al ser la primera ocasión que se reunía la directiva después de la crisis interna que supuso el «no» a Robert Sarver. Cabe recordar que el Consejo se dividió en la votación sobre la oferta de compra del dueño de los Phoenix Suns y que, incluso, el vicepresidente Tomás Pérez presentó su dimisión.

A modo anecdótico, no era la primera vez que el club reunía a su directiva en dicho restaurante, cercano al Palau de la Generalitat. En el mismo escenario, pero en 2013, se dio cita el consejo, junto con el director deportivo Manolo Salvador, para tratar la continuidad, finalmente rechazada, de Juan Ignacio Martínez como técnico de la primera plantilla levantinista.

SAM no quiere directivos

Entre las conversaciones de los directivos levantinistas, inevitablemente, salieron a colación las directrices a tomar para la reunión del Patronato de la Fundació Cent Anys, máxima accionista del club y que esta tarde, a partir de las 18 horas, debatirá cómo se reformula tras decir «no» a Sarver. Quien ayer ya manifestó su postura fue el Sindicato de Accionistas Minoritario „sin presencia en la Fundación tras la dimisión de Enrique Grima„. El SAM proponía ayer que la futura Fundación reduzca sus patronos a un máximo de 12. Por un lado, se excluiría a los patronos institucionales y, por otro, pretende «eliminar los conflictos de la doble militancia». Una alusión directa a que el Consejo no forme parte de la Fundación. Los pequeños accionistas invitaban a Quico Catalán a participar de esta iniciativa.