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19 finales

Seguimos vivos! Fue el comentario más repetido entre los seguidores granotes que respiraron con alivio tras un partido plagado de tensión y con aroma a ultimátum para los locales. Por suerte, la balanza se inclinó del lado de los de azulgrana, porque de nuevo, el juego de los de Orriols volvió a ser trabado, con momentos de muy poco fútbol y una preocupante carencia de alternativas y mecanismos ofensivos.

El pasado sábado el Levante salvó frente al Rayo Vallecano su primer matchball de la temporada, imponiéndose gracias al empuje y a la intensidad de la que tanto había adolecido el equipo en jornadas precedentes. De esta manera, se mantienen vivas las posibilidades de permanencia, pese a haber cerrado una pésima primera vuelta, con tan solo 14 puntos en el casillero.

La fundamental victoria de este fin de semana debe de servir para aportar tranquilidad a la entidad y al entorno. A día de hoy, el peor enemigo del levantinismo es la ansiedad. Llegados a este punto el Levante necesita cimentar un estilo de juego definido, clarificar conceptos, y perfilar un once titular asentado „reforzado con incorporaciones de calidad„ para realizar una espectacular segunda vuelta que le permita continuar por séptimo año consecutivo en Primera División.

Desde su llegada, Rubi ha ido modulando el discurso, el esquema y el modelo de juego. La entrada y salida de jugadores del once titular ha sido constante, quizás excesiva, y ello puede haber repercutido negativamente a la hora de asentar una idea de fútbol definida y una columna vertebral identificable sobre el terreno de juego. Por momentos ha parecido que el técnico catalán desarrollaba un proceso de selección interno, en el que el punto clave a evaluar era el compromiso con el colectivo, algo que parecería coherente si no fuera por la inexplicable suplencia de Deyverson. A pesar de sus excentricidades, se trata del mejor rematador en nómina. Debe ser titular, siempre.

No hay tiempo que perder. Las próximas semanas serán decisivas. La dirección deportiva y el club, deben de moverse rápido en este mercado de invierno para reforzar todas las líneas. Si bien el debut de Mauricio Cuero dejó muy buenas sensaciones, el equipo titular sigue teniendo una innegable falta de calidad, en especial en la parcela ofensiva y creativa. Manolo Salvador debe de mover ficha pronto, y bien. Pese a que acumula muchos críticos (y algunas apariciones mediáticas nada le ayudan en este sentido), gran parte de las opciones de salvación pasan por su capacidad de acierto en este periodo de fichajes.

El calendario y la situación en la tabla no permiten ni un solo respiro. El Levante tiene ante si 19 finales, y un calendario a corto plazo de infarto. Tengamos paciencia, dado que ganando a los rivales directos podría bastar para lograr el objetivo. Si el prometido salto de calidad llega podremos conseguirlo.

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