Contento pero agotado. Así terminó Giuseppe Rossi (28 años) el partido del pasado lunes ante Las Palmas, el de su estreno como levantinista. Y es que, aunque apenas disputó veinte minutos sobre el césped, el flamante fichaje granota acusó la falta de continuidad que padecía en el Fiorentina. Hecho que se evidenció, sobre todo, cuando tuvo que definir en un mano a mano ante Javi Varas. «Il Bambino» se sacó de la chistera una jugada llena de recursos físicos y técnicos en la que se cruzó medio campo con las gradas del Ciutat de València en pie. Ya solo ante el portero, al italoamericano le fallaron las fuerzas. «En la ocasión de gol llegué muy cansado, con las piernas hinchadas y vi tres porteros. Ha sido un partido de mucho sacrificio y eran tres puntos vitales», reconocía Rossi nada más finalizar el choque ante el conjunto canario.

Con sólo dos entrenamientos completados desde su aterrizaje en Valencia, Rubi apostó por «Pepito» como revulsivo en la segunda mitad. El técnico le consultó en la previa del encuentro si se veía en condiciones para ser titular, pero, finalmente, decidió reservarlo para los últimos instantes.

Rossi deberá acelerar su puesta a punto a lo largo de esta semana en Buñol, ya que la expulsión de Deyverson —a expensas del recurso que presentará el club— convierte al ex del Villarreal en candidato a la titularidad ante el Sevilla.

Xumetra adelanta a Cuero

Junto a Rossi, en el banquillo azulgrana se sentó el lunes Mauricio Cuero. Rubi relegó al colombiano a la suplencia y dio entrada en el once inicial a Xumetra en el partido más importante de la temporada. Cuero, que costó 3,2 millones de euros, no ha disputado todavía un partido completo con el Levante UD, donde aún no ha asumido el papel protagonista que se le presumía.