Los más de 13.000 aficionados al Levante UD que a día de ayer ya se habían sacado el pase para la presente temporada podrán disfrutar el domingo (19.00 horas) de un partido al que no le faltará e emoción y rivalidad ante el Alcorcón. Así, al hecho de vivir el primer partido en el Ciutat del regreso a la categoría de plata, se une que enfrente tendrán a un equipo del que se han nutrido este verano en forma de fichajes. No en vano, desde allí llegó, primero, su entrenador, Juan Ramón López Muñiz, que tenía contrato en vigor con el club madrileño, pero que, con la oferta del Levante, decidió cambiar de aires y apostar por un proyecto que busca, claramente, regresar esta misma temporada a la máxima categoría.

Cuando un técnico deja un equipo es habitual que intente llevarse con él a algún jugador predilecto y este caso no ha sido la excepción. De este modo, Muñiz pidió desde un primer momento al que era su capitán, Chema Martínez, para reforzar el centro de la defensa y el club presidido por Quico Catalán accedió a sus deseos. No obstante, esto no cayó demasiado bien en el club madrileño, que ya había usado su imagen en la campaña de abonos, y que veía así mermado considerablemente su proyecto deportivo.

Por si fuera poco, antes de fichar a Muñiz el Levante ya había pescado en aguas alcorconeras, concretamente con el medio centro de Cocentaina Natxo Insa que fue el primer fichaje de pretemporada a finales de junio. Así que el viernes tres hombres se enfrentarán a su ex equipo en un Ciutat renovado y ante una afición con ganas de fútbol.