El Levante tiene una nueva estrella en ataque. Y no, no le ha hecho falta acudir al mercado para contratar a algún delantero contrastado como en casos pretéritos. Él se llama Roger Martí y es de la casa. El Pistolero se ha convertido en el nuevo ídolo del Ciutat de València tras anotar los dos goles de la victoria del conjunto granota frente al Alcorcón. «Necesitaba un partido así en casa», afirmaba el futbolista nacido en Valencia -que no en Torrent- tras el encuentro del pasado domingo. Roger se postula con argumentos contundentes a ser uno de los máximos goleadores de la Segunda División española. Dispone de carácter, garra, humildad y sacrificio, todos los ingredientes necesarios para cocinar el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.
«Roger vas a marcar 20 goles con el Levante», fueron las palabras del director deportivo levantinista, Vicente Blanco ´Tito´, cuando apostaron por la renovación del futbolista de 25 años. Aunque el escenario es el mismo, la obra es totalmente diferente. El delantero valenciano vuelve a vestir con la elástica «granota» con el papel de protagonista.
Se siente realmente valorado y la directiva del Levante lo considera la principal referencia ofensiva, algo que no había ocurrido durante los últimos años cuando el jugador siempre tuvo diferentes competidores por delante. Ahora, la tesitura positiva en la que se encuentra el club, liderando de forma anecdótica la clasificación, es gracias en parte al trabajo de los «jugadores repescados» como son Jason Remeseiro y el propio Roger, máximo goleador de la pretemporada con cinco goles.
No ha sido fácil para el jugador llegar a esta situación. Comenzó su carrera como futbolista en las categorías inferior del Valencia Club de Fútbol, que le cedió al Burjassot antes de firmar por el Levante. Allí empezó a despuntar un delantero que más pronto que tarde iba a pertenecer a la plantilla del primer equipo.
Tras sus grandes actuaciones con el filial levantinista, donde despuntó junto a sus amigos José Morales, Iván López e José Higón, el 15 de enero de 2012 debuta en Primera División de la mano de Juan Ignacio Martínez, el cual le concedió 10 minutos en la derrota por 3-0 frente al Athletic Club de Bilbao. En diciembre de ese mismo año, Roger anotó su primer gol en la máxima categoría del fútbol español en el empate entre Levante y Celta. Dos fechas importantes que porta tatuadas en su propia piel.
A pesar de ser una de las grandes promesas de Bunyol, Roger nunca gozó de la confianza completa y total de ninguno de los entrenadores que han pasado por Orriols. Fue cedido al Real Zaragoza -con el que anotó 12 goles en 36 partidos- y en dos ocasiones al Real Valladolid, equipo con el que vivió el peor momento de su carrera al sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha que le tuvo seis meses lejos de los terrenos de juego. Rubi, que lo entrenó en el conjunto vallisoletano, le dio varias oportunidades antes de ser cedido de nuevo al equipo blanquivioleta.
Con el equipo en Segunda División, el Levante no dudó en ningún momento en ofrecerle todo el crédito que había merecido durante los últimos años. Su carácter luchador, su capacidad de generar y materializar ocasiones y la fe que impregna a sus compañeros fueron los principales motivos por los que el presidente del club, Quico Catalán, apostase por su renovación hasta 2019.
