Podemos hacernos los suecos pero la eliminación copera en el Carranza fue un jarro de agua fría para el levantinismo y un contratiempo considerable para el cuerpo técnico. Salir trasquilados de Cádiz deja a Muñiz sin la oportunidad que ofrece la Copa para dar opciones a los menos habituales y gestionar los egos del vestuario.
Los futbolistas son competitivos por naturaleza (y así debe ser) y sentirse importantes en esta competición (por devaluada que esté) hubiese sido un atenuante para el disgusto que siempre representa tener escaso protagonismo en Liga. Por ello, para el propio equipo es un chasco. En 2003-04, por ejemplo, gracias al torneo del KO, Manolo Preciado fue capaz de tejer los equilibrios necesarios para que reinara en el vestuario el buen ambiente que requieren los grandes retos colectivos.
Sí, la Liga es muy larga y las cosas pueden cambiar mucho de aquí a junio, pero el Llevant ha empezado con un once muy definido, altamente competitivo y con un dibujo táctico meridiano, similar al del ascenso de 2010 con Luis García, aunque con un trato del balón muy diferente: El de Altea no tenía interés en tenerlo, era más de solidez defensiva, orden táctico y contragolpe; Muñiz, por el contrario, ya ha mostrado que quiere porcentajes altos de posesión: en los tres partidos iniciales el Llevant ha dominado, en casa y fuera, y ha decantando el partido a base de control y ambición ofensiva.
Todo apunta a que el potencial y la entidad del Zaragoza que hoy visita Orriols no va a cambiar la idea del míster. En absoluto. Aun así hubiese sido positivo eliminar al Cádiz porque el equipo titular necesita la presión de Iván, Saveljich, Casadesús, Rubén, Montañés, Martins Con eso y todo, parece que este Llevant va a depender mucho del estado de gracia del pistolero, de que Roger Martí tenga acierto todo el año y le respeten las lesiones. Caso aparte es el de Lerma, que apura para recuperar cuanto antes el ritmo competitivo, tras su paso por Río 2016.
Hoy llega el Zaragoza con el tristísimo recuerdo -muy vivo- de la sospecha y la posterior acusación de amaño por parte de Tebas del partido de 2011 (1-2 y salvación para los maños). Aragoneses y valencianos se postulan ahora como los grandes gallitos (a priori) de Segunda. El Llevant tiene hoy la oportunidad de poner en valor la contundencia de su apuesta futbolística ante un rival en el que han cobrado mucho protagonismo dos futbolistas que fracasaron estrepitosamente en Orriols: El ariete Ángel y el extremo Xumetra. El partido será especial también para el propio Roger, que dejó excelentes sensaciones y doce goles en la Romareda, durante su cesión de 2013-14.
El Ciutat mostrará un aspecto sensacional después que ayer se conociera que el club ha superado los 14.000 abonados. No en balde hoy Zaragoza y Llevant pugnan por el liderato y para muchos son los más firmes candidatos a las plazas de ascenso directo.
