El Levante UD ha caído en Girona (2-1), un marcador que recorta las diferencias en la zona alta de la clasificación. El conjunto valenciano, bloqueado en la faceta ofensiva y muy despistado en defensa, apenas ha creado peligro durante todo el partido y el gol de Martins en el último minuto llegó demasiado tarde, cuando estaba todo sentenciado. Por contra, dos graves errores defensivos por falta de concentración han dado lugar a los tantos de Longo y Ramalho, que decantaron el partido en favor del Girona. En la dinámica inversa a la del Levante UD está el Girona, que con esta victoria, la cuarta consecutiva, se coloca a sólo un punto del equipo de Muñiz en la tabla, aunque con un partido menos.

En la primera parte, la igualdad fue máxima hasta el último minuto, cuando Longo decantó la balanza en favor de los locales. Los catalanes plantearon un encuentro muy físico, muy agresivo, algo que se intensificó bajo la lluvia. Ante ello, el equipo de Muñiz mantuvo prietas las filas en el centro del campo. Con la vuelta de Espinosa el conjunto valenciano quería recuperar el balón, pero no fue así. En realidad, el balón no tuvo un dominador claro y apenas se acercaba a las porterías. El Levante UD, de hecho, no disparó entre los tres palos en todo el primer acto. Sólo un tiro cruzado de Jason a la media hora de encuentro tras una jugada personal y un remate en semifallo de Campaña. Esas fueron las aportaciones grandotas en ataque. En el caso del Girona, las aproximaciones fueron muy tímidas hasta el minuto 44. Casualmente era cuando mejor estaba jugando el Levante UD. El Girona había perdido a Borja García por lesión y eso obligó a Machón a hacer cambios. El equipo gerundense estaba un poco descolocado y el Levante UD había ganado el control del duelo, al menos posicionalmente. Cuando se esperaba llegar al descanso con la igualdad en el marcador llegó el tanto de Longo. A un minuto del descanso, un balón bombeado al área del Levante UD provocó una indecisión de Postigo y Raúl Fernández fatal. Ni el central ni el portero atacaron el balón, que botó delante de ellos. Longo aprovechó el malentendido y se lanzó a por el cuero para anotar a puerta vacía.

Por contra, el segundo tiempo fue más abierto. El cansancio dio más opciones a los atacantes y las llegadas al área se sucedieron, aunque tampoco se concretaron oportunidades claras. Roger desaprovechó un par de acercamientos sin llegar a rematar y Postigo envió a las nubes un disparo desde dentro del área en el rechace un córner. Morales también erró un tiro tras un centro de Pedro López. Muñiz dio entrada a Casadesús y Roger para refrescar la delantera y uno de los que se marchó al banquillo fue el propio Morales, que no acaba de estar entonado. Fue un instante antes de que el Girona marcara el segundo gol. Ramalho ganó la espalda a la defensa azulgrana en el saque de una falta por culpa de un error generalizado de la defensa en el marcaje. El central local pudo rematar absolutamente solo y Raúl Fernández no pudo evitar el tanto. El gol hundió al Levante UD, que lo intentó por la dignidad de ser el líder, pero sin el convencimiento necesario. Por su parte, el Girona supo leer muy bien los últimos minutos del encuentros y se dedicó a contemporizar el juego. Aún así, en uno de los arreones finales del Levante UD, a un minuto del final, Rafael Martins resolvía con calma una jugada embarullada en el área. El tanto del brasileño, su primero en la Liga, puso emoción a los minutos finales en un Montilivi que contuvo la respiración hasta que el colegiado señaló el final.