En fútbol, el respeto se gana sobre el terreno de juego cada fin de semana. Incluido el de los árbitros. En las últimas tres jornadas de Liga, al Levante UD le han señalado cuatro penaltis a favor, alguno muy protestado por los rivales. Una realidad radicalmente opuesta a la de anteriores temporadas como, por ejemplo, la pasada, cuando un arbitraje inexplicable apuntilló a los azulgrana en Málaga y certificó el descenso.

En la campaña actual, en la que el Levante UD está barriendo a sus rivales cada jornada, los granotes ya han lanzado 7 penaltis. Se trata de una cifra superior a la suma de los últimos dos años (2 en la 2015-2016 y 4 en la 2014-2015). Sin ser el equipo que más veces pisa el área, el de Muñiz es el que más penaltis ha chutado junto al Getafe y el UCAM Murcia. Por contra, sólo le han señalado dos penas máximas en contra. Únicamente el Córdoba, al que no le han pitado ninguno, mejora este registro.

Pese a ello, decisiones arbitrales en momentos puntuales han perjudicado a los levantinistas este curso. La expulsión de Roger en Sevilla o un penalti dudoso en contra en Alcorcón son algunos ejemplos. Sin embargo, por lo general, la tendencia de los árbitros respecto al Levante UD este curso ha sido, hasta ahora, benévola. Lo prueba el hecho de que sea el sexto equipo con menos tarjetas amarillas (65), el sexto con menos tarjetas rojas (3) y, como curiosidad, al que menos fueras de juego en contra le pitan (36) de toda la categoría.

Más allá de la justicia arbitral, las circunstancias del juego y las credenciales que ha ganado el Ciutat de València como estadio del equipo líder, también cabe destacar el progresivo cambio de imagen institucional del Levante UD desde su regreso a Primera División en 2010.

Mientras en la última etapa de Pedro Villarroel como presidente y dueño del club la guerra contra el colectivo arbitral era abierta y directa -sólo hace falta recordar el mensaje en el videomarcador del estadio con la frase «el gol de Reggi ha sido gol»-, la llegada de Quico Catalán al palco levantinista lo cambió todo. El actual presidente, que ha tenido cargo en la directiva de la Liga, siempre se ha mostrado respetuoso con los colegiados, excepto en casos muy concretos, como el de Málaga, cuando calificó de «vergüenza» el arbitraje de Vicandi Garrido.

«Lo estamos acariciando»

Sobre la marcha del equipo, Montañés aseguró ayer que el vestuario ve cada vez más cerca el ascenso, pero recordó que el equipo no piensa relajarse y que su objetivo es ser primeros y conseguir el mayor número posible de puntos. «Cada vez lo vemos más cerca, pero no nos vamos a relajar. Lo estamos acariciando, pero hasta conseguirlo no nos vamos a relajar. Llevar al Levante UD a lo más alto es nuestro objetivo. Estamos a un paso de conseguirlo. Queremos quedar los primeros y conseguir los máximos puntos posibles», recalcó.

Por otro lado, Verza fue la única ausencia en el entrenamiento de ayer al sufrir una contusión en la tibia de la pierna izquierda durante el partido ante el UD Almería. La plantilla retomará el trabajo mañana miércoles después de disfrutar hoy de una jornada de descanso.